La política fiscal furtiva

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Uno de los referentes de suma importancia cuando se aborda un tema de política fiscal, es poder diferenciar su campo de estudio, comparado con el de muchas otras áreas afines; la finalidad de esta ciencia es determinar el actuar del gobierno a través del poder público y la facultad reglamentaria para poder emitir medidas y políticas que conlleven a la eficiente recaudación, administración y gasto de los recursos públicos destinados al bienestar ,buscando el equilibrio entre lo que ingresa la nación y lo que gasta.

En este orden de ideas se pretende abordar una problemática bastante seria y merecedora de un análisis profundo, la cual es enfocada a uno de los impuestos que sin lugar a dudas ha sido relevante en el proceso recaudatorio en nuestro país, el denominado Impuesto al Valor Agregado (IVA) o en ordenamientos anglosajones llamado Value Added Taxes (VAT).

Dada la naturaleza de este impuesto indirecto, a través de los años que ha surtido efectosn la nación mexicana, se ha atendido la práctica impositiva de gravar  jurídicamente  actos de comercio, enajenación  e importación de bienes a través de  tres tasas  recaudatorias, una general , una para las zonas fronterizas y  una última base cero que permite tener ciertos beneficios a actividades y bienes específicos;  bajo un análisis simple y sin ahondar en aspectos específicos de cada régimen tributario referido al IVA, es factible percatarse de las consecuencias que se pueden ponderar en virtud de la existencia de una diversidad de tasas y tratamientos específicos para cada situación de gravamen particular,  con lo cual se derivan resultados que han sido aplicados a lo largo de varias décadas.

Para que una política fiscal sea eficiente y eficaz , es necesario hacer un estudio minucioso de las necesidades a cubrir, de la capacidad de conocer las fallas tanto en la recaudación, como en la erogación, como el impacto de ciertos tributos o simplemente de las problemáticas que a los contribuyentes mexicanos atañen; empero de todo esto es relevante tener firme conciencia del piso que se está labrando fiscalmente, la propuesta de una política fiscal debe ir más allá del presente, debe trascender y tratar de revolucionar favorablemente la relación contribuyente-fisco pero no para un momento efímero sino para la perpetuidad sentada.

Es obligación del fisco generar las medidas y disposiciones a fin de que las determinaciones fiscales, sean apegadas a los principios doctrino-jurídicos y reditúen en una firme y controlada administración en beneficio del ciudadano y la nación, nunca en su detrimento.

ACCIÓN DE POLÍTICA FISCAL

Dada la naturaleza regresiva del impuesto al valor agregado, la cual vulnera a las clases más desfavorecidas, pues grava en razón del consumo, y de la horizontalidad del impuesto, una propuesta a la reducción de la tasa general a una tasa considerablemente menor traducida en un diez por ciento (la zona fronteriza al día de hoy maneja un 8%, con el inconveniente de que la autoridad no otorga el estímulo a contribuyentes que no comprueben la residencia previa en dicha zona); podría sustentar el hecho de que la recaudación de IVA no es lo suficientemente efectiva comparada con el impuesto sobre la renta, si bien la renta es un impuesto progresivo, vertical e impositivo , el IVA debería generar el mismo impacto en el arca fiscal, pero derivado de una acción desenfrenada de consumo interno debido al incentivo que generaría en la psicología del contribuyente, consumidor o causante el hecho de que es reducida dicha carga tributaria; otra de las razones premier es que la economía mexicana debe verse envuelta en una acción de política fiscal inminente e ininterrumpida para acelerar la maquinaria financiera del país; se considera con todo rigor y juicio de prueba que el  impuesto al valor agregado es un motivador importante que como país podría detonar el empuje económico y la perpetuidad tributaria que se busca, siempre y cuando se afinen ciertos detalles de su mal encaminado engranaje y se aceiten las piezas correctas.

Bien sabido es que un pueblo oprimido por una tasa impositiva y obligado a una regresión consumista será un pueblo retraído y en el caso particular de un país tan grande en todos los matices como lo es México, no se puede permitir más.

Desde el análisis político y de acción fiscal, la mecánica de captar el impuesto al valor agregado en cada compra y en cada servicio o bien solicitado será de gran demanda, es inexorable pensar que esta propuesta de política fiscal no acelerará y llevará a grandes resultados, no sólo la recaudación del IVA como tributo, sino el efecto desencadenante que tendrá sobre la economía mexicana.

Impuestos Indirectos: Recaen sobre manifestaciones indirectas de la capacidad económica de los contribuyentes, como son sus gastos y formas de emplear su renta personal, pues son impuestos que se pagan sin necesidad de identificar al contribuyente, simplemente al adquirir un producto o retribuir un servicio, repercutiéndose después en los consumidores, así las empresas actúan como recaudadores del gobierno. (Sevilla, 2016: 16)

En los impuestos indirectos puede ser importante la ilusión monetaria. A pesar del alza de estos tributos, los individuos tienden a seguir gastando las mismas sumas aun cuando no hayan adquirido los mismos bienes.

Es así como se sumerge la economía personal de cada causante, en un juego de reveses monetarios donde, de reducir la tasa general del IVA , que es el impuesto indirecto por excelencia al menos en nuestro país, se podrá incluir a los desfavorecidos en la contribución, en la incidencia de éste tributo y más allá de todo ello, en la mejora de su calidad de vida, pues podrá adquirir bienes y servicios con mayor frecuencia y así, incluyendo a todos en el engranaje comercial, es como se acelera la economía; Adam Smith decía que las condiciones naturales del mercado y de los adquirentes de forma automática y orgánica elevan el desarrollo económico, teoría aplaudida y trascendente, tal vez para 1776, pero para el tiempo presente, son los estímulos fiscales los que protagonizan el empuje económico a través de la reinversión del recurso social.

A pesar de que México es un país, que tuvo un amplio retraso en la implementación del impuesto al valor agregado( antes Impuesto Sobre Ingresos Mercantiles el cual gravaba individualmente la actividad primaria, secundaria y terciaria), dentro de su esquema tributario, las bases son firmes y contundentes, para la continuación de la captación del mismo, no sólo se ha alcanzado la homologación de los impuestos indirectos dentro de la escala mundial, que a pesar de encontrarse la nación mexicana dentro del sinónimo de rezago, tercermundista y subdesarrollada, el revés fiscal hizo un eco a decibeles tan altos, que ensordeció al esquema económico global.

En países como Inglaterra, Italia, Alemania, donde se gestan las grandes producciones económico-políticas, por tradición histórica, ya no basta el renombre de las mencionadas naciones de primer mundo, pues esa denominación ahora la generan naciones del lado occidental del globo, amparadas bajo una institutriz llamada Comisión Económica para la América Latina.

Mediante la reducción de la tasa general del impuesto al valor agregado en un 10 % tentativo inicial, la puerta que permita acelerar la economía mexicana a través del consumo interno se mantendrá abierta en cada ejercicio que se le autorice, y al holgar dicha soga fiscal, el aliento recuperado del contribuyente se tornará cual alquimia, en fuertes ingresos.