LXII Legislatura

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Escrito por Oscar Zárate


Primeramente agradezco a Luis Eduardo Robles Ferrara, por la distinción que tengo de su amistad y por la oportunidad de poder participar en este proyecto. Mi compromiso desde este momento es estar al nivel de los lectores.

Siendo la primera participación, el tema que se toca es lo relativo al trabajo legislativo realizado por la LXII Legislatura. Mi intención no es criticar por criticar, por lo contrario, es una reflexión sobre el trabajo legislativo. Cabe mencionar que mi deseo en las futuras participaciones es ser útil al lector, para analice las leyes y en especial su ámbito de aplicación y sirva en su actividad profesional o de estudio.

Para los que nos apasiona el tema legislativo, “sí es que los hay, aparte de mi”, coincidimos que la LXII legislatura fue la más importante desde el Constituyente de Querétaro, la razones son, los temas de la agenda legislativa que fueron materia de reformas constitucionales trascendentales. Y la integración de la Cámara de Diputados, en donde la mayoría absoluta fuerzas políticas del país no era contundente.

En ese tenor las reformas constitucionales, de gran importancia fueron sin duda, la educativa, la de telecomunicaciones, la energética, la transparencia y la electoral, esta participación se centra en tres de los grandes temas: Educativo, telecomunicaciones y energética, por la razón de que estas reformas estaban dormidas, recordemos que estaban en compas de espera, en el limbo jurídico, por muchos años y pasaban gobiernos, legislaturas y nadie tomaba la iniciativa de propuestas, como vulgarmente se dice “no le entraban al toro”.

En el 2012, la recién instaurada LXII Legislatura de la H. Cámara de Diputados, recibió a sus integrantes con el primero de los grandes temas que a legislar, me refiero al tema Educativo, esa gran reforma que el país necesitaba con urgencia.

Por ello, el 11 de diciembre de 2012 el Ejecutivo Federal presentó a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados la iniciativa con proyecto de Decreto reformando la constitución en su artículo 3º., “en materia educativa”, el proyecto se turno para dictaminar a la Comisión de Puntos Constitucionales, con participación de las Comisiones de Educación Pública y Servicios Educativos y la de Equidad y Género, estas solamente en calidad de opinión.

El 13 de diciembre de 2012, se aprobó y presentó el dictamen, “y que dicho sea de paso” se centró en el servicio profesional docente como lo establecía la iniciativa, el  día 19 se subió a Pleno de la Cámara de Diputados, aprobándose en lo general y en lo particular el proyecto de Decreto,  remitiéndose la Minuta al Senado de la República para su aprobación.

La Minuta con proyecto de Decreto fue recibida en la Colegisladora el 20 de noviembre, ese mismo día se dictaminó y se pasa al Pleno de la Cámara Alta para su discusión y aprobación. El proyecto es aprobado con  modificaciones realizadas por los Senadores, por lo que en aplicación al inciso e) del artículo 72 Constitucional se devolvió a la Cámara de Origen para su aprobación.

El 21 de diciembre se recibe en la Cámara de Diputados también ese mismo día se dictamina y se sube al Pleno para su aprobación, y después de horas y horas de discusiones, “dicho se de paso algunas bizantinas”, se aprobó el proyecto.

Es decir, en 10 días se había legislado la reforma educativa pasando a los Estados para su aprobación y posterior Declaratoria, se publico en el Diario Oficial de la Federación 26 de febrero del 2013.

Con esta reforma constitucional, México estaría impulsado a otros horizontes de desarrollo, la pregunta que no se ha constado es: ¿La mencionada reforma “educativa” transformaría toda la educación, desde la enseñanza, programas de trabajo, al magisterio, etc.? Y no solamente una reforma laboral disfrazada de educativa.

Meses después el 11 de junio de 2013, en el Diario Oficial de la Federación se publica reforma a la Constitución en varios artículos especialmente en su artículo 6º., esta fue denominada de “telecomunicaciones”, el trabajo legislativo con una iniciativa del 12 de marzo del 2013, paso a la Comisión de Puntos Constitucionales. El día 21 se tenía el dictamen en sentido afirmativo, remitiéndose, se mismo día, al Pleno para su discusión y aprobación, “de conformidad con el reloj legislativo fue se llevó a cabo ese mismo día”, fue enviada a la colegisladora.

La Cámara de Senadores recibe la Minuta con proyecto de Decreto el 2 de abril, pasa a dictamen a las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales; la de Comunicaciones y Transportes; la de Radio, Televisión y Cinematografía; y la de Estudios Legislativos, teniendo la opinión de las Comisiones de Gobernación y de Justicia.

El 19 del mismo mes se dictamina y aprueba, como se realizaron modificaciones y en aplicación del inciso e) del artículo 71 constitucional se devuelve a la Cámara de origen Diputados para su aprobación.

La minuta es recibida en Diputados el día 23, para el día 25 esta el dictamen dispensando todos los trámites, se modifica y se regresa al Senado para su aprobación respecto de las modificaciones realizadas. La Cámara Alta la recibe el 30 de abril fecha que se dictamina y se aprueba la reforma al artículo 6º, constitucional en materia de “Telecomunicaciones”.

Bastaron tres meses de trabajo legislativo para materializar la reforma constitucional, igualmente que la educativa se estableció que era muy necesaria para que nuestro país, con esta reforma constitucional, México entraba directo a la modernidad en este rubro. Es decir, nuestro país saldría por arte de magia del hoyo retrogrado en que estamos en este rubro.

La reforma conlleva el apoyo para la generación nuevas tecnologías, se desarrollará la investigación, ¿subirá el nivel de calidad en la programación televisiva?, ¿bajaran los costos en la telefonía celular?, ¿será mejor el servicio al usuario? estas preguntas ¿serían tema toral en el trabajo legislativo?, pues realmente quedaron el aire.

El tercer tema que vamos a comentar y que marco a la LXII Legislatura en el historia constitucional de nuestro país, fue sin temor a equivocarse “ el petrolero y energía eléctrica”, que por décadas eran tabú ni mencionarlos, y que eran conceptos básicos de nuestra soberanía que se incluían en todos los discursos.

La cronología legislativa de la reforma energética da inicio en la Cámara de Senadores,  durante el  2013 se presentaron de diversas iniciativas de grupos parlamentarios como del Ejecutivo Federal, fueron turnadas para dictamen a las Comisiones Unidas de Puntos; de Energía; y de Estudios Legislativos, Primera, el 10 de diciembre del 2013, el dictamen se presenta para su discusión, siendo aprobado por el Pleno de la Cámara Alta y remitido a Diputados.

El 10 de diciembre fue recibida la Minuta en la Cámara Revisora, para su dictamen correspondiente, es preciso señalar que el trámite legislativo fue dispensado, es decir, no se realizó dictamen alguno, se sustentó en un acuerdo del Pleno de la Cámara, en el que se estableció que para el trámite de  discusión y aprobación del proyecto y dado que se trataba de un tema de urgente y de obvia resolución se dispensaban todos los trámites como lo establece en numeral 2, fracción I del artículo 82 del Reglamento de la Cámara de Diputados en el que contiene la excepción al trámite legislativo.

Por ello, que el 11 de diciembre (de conformidad con el reloj legislativo), y después de horas de participaciones y discusiones “algunas bizantinas”, se aprobó el proyecto enviándose a las legislaturas Estatales para su aprobación. La reforma se publica en el Diario Oficial de la Federación el 20 de diciembre del mismo año. La duración del arduo trabajo legislativo fue de tan solo 10 días que se reformó la constitución con el gran tema que nos impulsará al país como una potencia energética, será esto cierto, me pregunto ¿No requeriría esta reforma un trabajo más profundo, más analítico para realmente crear un cambio de fondo?.

En resumen y como conclusión, es preciso señalar que todas las leyes nacen de una voluntad política, que tienen como objetivo principal dar impulso, solucionar problemáticas en ámbitos políticos, económicos o sociales, se tiene la idea que a través de leyes es posible encontrar la solución o el camino al desarrollo, sí esto es cierto, es necesario que el trabajo legislativo de construcción normativa sea acorde a lo que se quiere plasmar en la ley, para ello, los proyectos se tiene que analizar con profundidad, con objetividad, que sean acordes a la realidad en que México se encuentra, ya no es posible legislar al vapor, sí la intención es romper con la tradición que nos heredo la Nueva España en lo relativo al “acátese pero no se cumpla”, el trabajo legislativo deja mucho que desear.

Por último, la Legislatura LXII, de la Cámara de Diputados estará marcada por los grandes temas legislativos que se aprobaron, pero también por triste trabajo de sus integrantes. Esperemos que no se cumpla el fatal designio de vendrán peores.

 

 

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