Economía y Finanzas

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Como se hizo evidente en el número previo, uno de los problemas por los que ha atravesado el país, ha sido la falta de crédito para financiar su proceso de desarrollo, el cual ha tenido que ser solventado por los proveedores. Esto es un hecho evidente y para constatarlo se señaló, entre otros aspectos, la relación crédito/PIB, que en 2011 fue del 26%, muy inferior a la de Brasil (61.4%), a la de Chile (89.3%) y a la de China (127.4%), por señalar algunos países.

En este contexto, es también importante señalar que el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en su Global Competitiveness Report 2012-2013, situó a México en el lugar 53, entre los 144 países evaluados, con un score de 4.36 puntos sobre 7. En esa posición, México es superado por seis países del continente americano y sólo cuatro, si se excluye a los Estados Unidos (7) y Canadá (14).

La posición deriva del Índice de Competitividad Global 2012-2013, el cual en su elaboración considera doce pilares2, con un total de 111 actividades, cada una con su ponderación específica.

El pilar referido al desarrollo el mercado financiero, que considera 8 actividades, contribuye en un 17% a la ponderación global.
En materia de eficiencia destacan los siguientes:

La variedad de productos y servicios financieros que el Sector Financiero proporciona a los negocios, en lo cual México fue clasificado en el lugar 60, entre 144 países;
El grado de competencia entre los proveedores de servicios financieros, para asegurar su otorgamiento a precios competitivos, en lo cual México fue ubicado en el lugar 66, entre los mismos 144 países; La facilidad de obtener un crédito bancario, con sólo un buen plan de negocios y sin colaterales, en lo que el país ocupó el lugar 82, entre los 144 países evaluados.

En materia de credibilidad y confidencialidad, destaca lo siguiente:

La fortaleza financiera de los bancos, en lo que México obtuvo su mejor resultado, al situarse en el lugar 33 entre los 144 países;

La regulación y supervisión de garantías, en lo cual México fue clasificado en el lugar 84 entre 144 países; y
El grado de protección legal a deudores y acreedores, en lo que el país fue ubicado en el lugar 65 entre 144 países.

Aunque lo anterior merece un análisis de mas fondo, resulta a primera vista preocupante que un Foro, con el prestigio y cobertura del WEF, ubique al país en lugares que rondan la mitad de la tabla (entre la 42° y 58° posición, con excepción del concepto de fortaleza financiera de las instituciones, en que se ubicó en 23°) y que varios de los países de América del Sur, de Centro América, del Caribe e incluso de África, clasifiquen mejor en cuanto a los servicios que sus instituciones financieras brindan a sus empresas.

Por otro lado, si Chile y Brasil presentan altos coeficientes en la relación crédito/PIB, parecería razonable que se encuentren delante de México en la tabla de posiciones en cuanto a "facilidad para obtener un crédito", pero no resulta fácil de entender que países como Honduras (90 en el ranking general), Filipinas y Rwanda (63), entre otros, se encuentren delante de nosotros.

No en balde, una de las preocupaciones del Gobierno Federal para dinamizar la economía es aumentar el nivel de crédito para financiar áreas estratégicas del desarrollo, incluido el papel de la banca de desarrollo.

En ese contexto, conviene también replantear el papel que le corresponde a ésta última en el financiamiento del desarrollo, en el que actualmente su papel ha disminuido considerablemente, máxime si se le compara con el que desempeñaba hasta la década de los años ochenta.