Qué sigue para los Milennials
El origen, el presente, y no es que seamos futurólogos ni algo similar, pero trataremos de describir en este artículo a partir de los hechos, a qué tipo de sociedad nos llevan las nuevas mentalidades, las nuevas conductas, filias y fobias de nuestras nuevas generaciones.
Lo cierto ante todo es que el futuro es de los millennials, por ahora de ellos será el futuro. Los Babby boomers dejaron un presente construido a partir de las guerras que lucharon, en donde crearon idiosincrasias basadas en patrones religiosos y de razas.
En el caso particular de México dejaron una sociedad basada en la capitalización de los hogares, en dónde la prioridad era tener familias funcionales con una casa propia y acumulación de bienes. Sin embargo en un proceso de acumulación de capital dejaron de lado la promoción de valores, aunado a ello sobrevinieron crisis económicas, así como un ejercicio de liberación femenina, con mujeres que tuvieron la necesidad de salir al mercado laboral como una fuerza potencializadora que dejó a la generación X al cuidado de la televisión.
Pero con mujeres que sentían culpa por dejar sus hogares, con hombres que no captaron las necesidades cambiantes que tenían que llenar y con un sentimiento en muchos casos de fracaso al ver a sus mujeres salir de las labores del hogar.
Beneficiando con lo anterior al mercado laboral; pues ante una creciente oferta laboral de las millones de mujeres, sobrevino una disminución de los salarios; en un proceso de oferta demanda, mayor oferta laboral menor demanda de ingresos de los obreros y empleados.
La generación X frente a una consolidada estadía de las mujeres en el mercado laboral dejó a los millennials definitivamente al cuidado de las guarderías, la televisión y la tecnología.
Acentuando aún más los patrones culposos ya generados en algunas Baby Boomers de las mujeres para con sus hijos por lo cual sentían la necesidad de aplaudirles absolutamente cualquier cosa que hicieran y de reforzar su autoestima por cualquier medio; pero también dejando el rol de la familia tradicional descontinuado. Porque ya no se tiene un patrón homogéneo, es decir aceptado por todos de lo que debería ser una “familia feliz”.
Lo que es más durante estos procesos generacionales los millenials tienen una aceptación enorme a la diversidad sexual, es decir el cambio producido por luchas sociales ha permitido la tolerancia y hasta cierto punto aceptación a la diversidad sexual en donde ya incluso no se entiende el concepto de pareja como exclusivamente un hombre y una mujer, en donde las parejas son aceptadas entre personas del mismo sexo y en esta nueva generación no está mal visto tener una preferencia sexual por un mismo o un solo sexo.
Se cambió el paradigma de la familia como un núcleo, con un padre proveedor; y una madre encargada de las labores del hogar y la crianza de las nuevas generaciones.
Ante ello a los hombres se les quita el estereotipo de proveedores y no se asigna ningún otro estereotipo, más que el de compañeros de vida. Pero eso ya lo eran antes; sin embargo no era asumido como tal, pues el que los hombres fueran proveedores los colocaba como el eslabón principal del sostén familiar y los privilegiaba frente a las mujeres.
Hoy en día la generación X entendió que no es así; hoy día, tanto mujeres como hombres pueden ser proveedores, pero si ambos son proveedores, como lo es en una gran cantidad de hogares, ya no como una elección si no como prácticamente la única forma de sostener un hogar y una familia. En dónde queda la crianza de los hijos; pues en la tecnología y el internet, en donde están expuestos desde muy temprana edad a todo tipo de información y estímulos.
Respecto a los millennials, ya hemos hablado de su origen, pero que patrones construirán, los millennials hacia adelante si ahora tienen una tremenda obsesión narcisista por el cuerpo físico y las modas; los cambios de frases e ideas son instantáneos la volatilidad de la información es abrumadora y no les permite concentrarse en ningún punto por mucho tiempo por qué inmediatamente sienten la necesidad de tener un nuevo estímulo e impulso.
No creen en el amor, creen en las relaciones pasajeras, en el conocerse sin interacciones reales, si no en interacciones posadas. Y pese a que buscan el amor y no están cerrados a encontrarlo ya no les preocupa tanto el vivir o convivir con personas de su mismo sexo. Pero la complejidad de sus interacciones sociales les complica severamente encontrarlo y mantenerlo.
Los millennials necesitan viajar, necesitan conocer el mundo sin importar que es lo que pase y si en el camino se encuentran una pareja que quiera estar con ellos eso sería importante, pero no los define por ello la tasa de divorcios es tan alta y los divorcios se dan en períodos tan cortos de tiempo, porque el tener o no una pareja no los define como individuos, puesto que el núcleo de importancia no lo es la familia, son ellos mismos, pues existe un egocentrismo exacerbado alimentado desde sus primeros años de vida.
Seguramente muchos millennials tendrán problemas de salud mental, no queremos llamarles locos, ni mucho menos, afirmar eso sería poco menos que absurdo, pero es un hecho que él no compartir la vida con procesos de interacción personal constante, y el hacerlo cada vez más por redes sociales traerá consigo aislamiento e individualización exacerbada.
Asimismo contar con ciudades en donde las rentas sean estratosféricamente elevadas y en espacios sumamente reducidos. Pues esos tiempos de las casas propias se terminaron cuando menos en las grandes ciudades; lo de hoy y mañana serán los diminutos departamentos en dónde será muy difícil vivir cuando tus vecinos pueden escuchar cada vez que estornudas. En dónde las interacciones con vecinos implicará la generación de más acuerdos para una sana convivencia, pero con generaciones de individuos indispuestos y en muchos casos incapacitados para generar dichos acuerdos.
Twiteando y buscando la aprobación de las redes sociales de todo aquello que eres y qué hagas, simulando estados de ánimo y lujos o bienes materiales al menos por un día para cumplir con la moda del momento. Para gente igual de necesitada de afecto o de contacto que se encontrará en las redes sociales. Lo cual hasta cierto punto generará como en Europa una disminución en el índice de natalidad. En ciertos estratos sociales.
Igualmente se mantendrá la falsa idea por parte de los millennials y de algunos de la Generación X de tener una adolescencia suspendida, todos buscan esa fuente de la juventud. Sin embargo no se ha encontrado, lo que sí se ha encontrado es alcanzar una mayor esperanza de vida. Por lo cual todos los miembros de esta generación se preocupan cada día más por su aspecto físico aunque solo sea de manera superficial es importante aparentar verse joven.
Esto traerá consigo que cada vez se establezcan más años a la juventud y menos a la adultez; necesariamente traerá consigo más años a la inmadurez y al hacerse menos cargo de sus responsabilidades y tratar de vivir el momento, sin pensar en consecuencias a largo plazo.
Necesariamente se deberá incrementar aún más las edades de jubilación, haciendo que la edad laboral y productiva se acreciente más esperando con ello que los adultos puedan costear menos años de adultez madura con menos momentos de ocio.
Es necesario redefinir el término adulto igual que familia para los millennials, porque ellos serán nuevos adultos y tendrán una expectativa distinta a la idea de formar una familia. Muchos de ellos tendrán hijos sí, pero con parejas separadas viviendo vidas paralelas. Eso necesariamente tendrá que tener una nueva definición de lo que es ser adulto.
Aún se busca el amor por parte de esta nueva generación, pero cada vez es más certero decir que ese amor será diferente al preconcebido por otras generaciones aún y cuando no tenía una definición muy clara en el pasado.
Pero más importante será el hecho de que los millennials tienen el resultado de múltiples luchas en sus manos, es decir tienen democracia por así llamarle. Tienen paz, cuando menos en gran parte del globo terráqueo sin la amenaza tan plausible de una tercera guerra mundial como lo tenían los Babby boomers y la generación X; tienen avances tecnológicos y de comunicación inmediata, tienen la forma de transformar mucho de la realidad, podría decirse que tienen mejores circunstancias que las generaciones anteriores.
Sin embargo así como tienen mejores circunstancias tienen mayores retos pues de ellos se demanda el que hagan lo correcto con toda esa nueva cantidad de información que poseen, el que harán con ella será algo que iremos descubriendo en el camino.
Lo primero para estos mexicanos millennial sería saber si saldrán a participar en las elecciones de este 2018 o si desconocerán a las instituciones existentes y que nivel de desprecio o desinterés tengan hacia estas estructuras de gobierno. Después saber por quién votaran en estas elecciones, saber qué rumbo le darán a un país, ese es el primer gran reto para ellos pues justo en esos jóvenes millenials está un fiel muy grande de la balanza en la sociedad mexicana.
Es importante si los jóvenes optan por un Baby Boomer para gobernar como Andrés Manuel o por un Anaya o Meade de la Generación X que son los tres candidatos punteros en las encuestas y a partir de dicha decisión, que tan benéfico o no será para las futuras generaciones dicha elección.