La Economía de México en el Primer Trimestre de 2018

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La actividad económica de México tuvo, en el primer trimestre de 2018, su crecimiento más elevado de los últimos periodos, después del 3.0% alcanzado en el primero y segundo trimestres de 2017.

Eurozona

En el primer trimestre de 2018, la actividad económica de la Unión Europea creció 2.4% anual, cifra menor a la alcanzada en el primer trimestre de 2017 (2.7%) e inferior al anual de ese año de 2.5%.

Los países de la eurozona crecieron en promedio 2.5% anual1, cifra superior al 2.1% alcanzado en igual periodo del año anterior e igual al anual de 2017. Todos los países muestran crecimientos positivos, aunque destacan Chipre, España y Francia, por su mayor dinamismo, comparativamente con el resultado alcanzado en igual periodo del año anterior; y en un segundo orden, Bélgica y los Países Bajos.
Diversos indicadores muestran que la actividad económica seguirá creciendo, aunque se observan diversos riesgos, como el clima y la incertidumbre respecto a la política comercial de los Estados Unidos, que podrían generar cierta desaceleración.
Por lo que se refiere a la inflación, ésta continúa en niveles inferiores a la meta de 2% establecida por el Banco Central Europeo (1.3% en marzo), por lo que se estima que continuará la aplicación de una política monetaria acomodaticia, con tasas de interés bajas que induzcan la inversión.

Estados Unidos

En el primer trimestre de 2018, la tasa de crecimiento anual del PIB de los Estados Unidos fue de 2.2%, cifra superior en un punto a la alcanzada en el primer trimestre de 2017 (1.2%) e inferior a la alcanzada en los últimos tres trimestres (3.1%, 3.2% y 2.9%, respectivamente).

En perspectiva, se observa un mejor desempeño en el segundo semestre del año. Sin embargo, destaca el hecho de que el crecimiento alcanzado fue inferior al objetivo establecido por el Gobierno de 3.0% anual.

Lo anterior, ha provocado una creciente demanda de bienes y servicios, que se ha reflejado en mayores precios, lo que aunado al incremento en la cotización del  petróleo en los diferentes mercados y a la política fiscal emprendida por el gobierno estadounidense, ha obligado a la Reserva Federal (FED) a una mayor vigilancia de su política monetaria. El resultado ha sido el incremento de su tasa de referencia, la última en la Reunión de la FED del pasado 13 de junio, fecha en que la ajustó en 25 puntos base, con lo que pasó de un rango entre 1.50 % y 1.75% a otro entre 1.75% y 2.00% y mantuvo su previsión de al menos un par de aumentos más en el año, con lo que cerraría en una tasa del orden del 2.5%.

Pese a lo favorable que se observa, la economía de los Estados Unidos y con ellos la del mundo, se enfrentan a riesgos asociados a varios factores, entre los que destacan su política comercial proteccionista (que ha llevado a iniciar una auténtica guerra comercial con China), la inestabilidad financiera derivada de la aplicación de la política monetaria estadounidense; y los eventos geopolíticos en diversas partes del mundo.

Caso de México

En los tres primeros meses del año, el crecimiento económico de México fue de 2.3%, cifra superior a la alcanzada en los dos trimestres previos, aunque inferior a la de igual periodo del año anterior, e igual a la de cierre de 2017.

En su composición por sectores, se observa el siguiente comportamiento:

• Las actividades primarias aumentaron 5.2%, el mayor incremento desde el tercer trimestre de 2014;
• Las secundarias 0.3%, la primera expansión desde el cuarto trimestre de 2016, dado el impulso de la construcción y las manufacturas, principalmente; y
• Las terciarias 2.96%, dado el incremento en el 80% de sus subsectores.

Por lo que se refiere a la inflación, ésta sigue con su tendencia a la baja: en el mes de mayo fue de 4.51% anual, lo que la ubica por arriba de la meta del Banco de México de 3.0% +- un punto porcentual. Los economistas consultados por Banco de México estiman que la meta puede ser alcanzada en el primer trimestre de 2019.

Sin embargo, la Junta de Gobierno del Instituto Central, considerando algunos riegos en la materia, entre los que destacan la falta de acuerdos en las negociaciones del TLCAN, las presiones en los precios de las gasolinas, la depreciación del tipo de cambio de la mayoría de las divisas de economías emergentes y las medidas proteccionistas, entre otros factores, decidió en su sesión del 21 de junio, aumentar en 25 puntos base el objetivo de la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.75%