Redes sociales, un arma de dos filos

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Sin duda, los avances científicos y tecnológicos siempre traen beneficios, éstos, por ejemplo, han permitido acabar con enfermedades que otras épocas terminaron con miles de vidas, acceder a determinada información en tiempo real y con ello mitigar los impactos de un desastre natural, difundir masivamente y a menor costo la instrucción y la cultura, entre otras muchas cosas.

Sin embargo, también es cierto que la ciencia y la tecnología mal empleadas pueden resultar dañinas, no es un secreto que éstas han sido determinantes en las guerras por ejemplo, pues infinidad de armas no son más que el resultado de la aplicación de los avances de la tecnología, desde la catapulta hasta una bomba atómica.

Lo anterior, nos permite a priori afirmar que no existe tecnología buena o mala, que lo benéfico o perjudicial de ésta atiende a la aplicación y finalidad que se le dé. Hoy en día, por ejemplo, el uso de las redes sociales han generado múltiples beneficios, quizá tantos como conflictos o problemas.

En efecto, si bien las redes sociales han permitido que la gente tenga contacto con familiares o amigos que de otra manera no sería posible; acceder a información generada prácticamente en tiempo real en cualquier latitud del mundo, luego entonces, una sociedad mayor y mejor informada; acercamiento entre los ciudadanos y sus gobernantes; difusión de programas sociales a los que la gente puede acceder; como herramienta para coordinar acciones en pro de causas benéficas comunes como el respeto a los derechos humanos, etcétera, también es cierto que el uso de las mismas empleadas de forma inadecuada ha generado efectos nocivos para la sociedad.

A mayor detalle, el uso inadecuado de las redes sociales y el anonimato que protege a una gran cantidad de sus usuarios, facilita una serie de conductas nocivas para las personas, propiciadas incluso por sus propios titulares en ciertos casos y en otros, producto del ingenio de personas que por alguna razón desea dañar a otras.

Para ejemplificar lo anterior, tenemos diversos casos que nos sirven de referencia, a saber los siguientes:

1.- La cibervenganza o porno venganza. El Sexting (contracción de sex y texting), anglicismo que se refiere al envío de mensajes y/o imágenes sexuales y/o eróticos por medio de cualquier dispositivo con conexión a internet como smartphones o laptops, ha resultado una práctica que más allá de calificarse como correcta o incorrecta, pues ello atiende única y exclusivamente a los principios, valores y/o convicciones particulares con los que comulga cada persona y al ejercicio de sus libertades, ha permitido que se den conductas como la cibervenganza o porno venganza (revenge porn).

A mayor detalle, existen múltiples casos alrededor del mundo donde personas que como consecuencia de no trascender con su relación sentimental, han difundido sin consentimiento imágenes íntimas de sus ex-parejas para dañar su reputación a través de las redes sociales, utilizando mayormente perfiles falsos.

Lo anterior, ha llevado a que gobiernos como el de Dinamarca pretenda implementar medidas para que la “porno venganza” sea castigada con dos años de cárcel.

"Las fotos de examantes son puestas en línea", subrayó el Primer ministro danés Lars Løkke Rasmussen en Facebook. "Las víctimas quedan afectadas (por estas prácticas) durante todas sus vidas", agregó.1

En Dinamarca, 17% de los hombres y 13% de las mujeres de 15 a 25 años tienen fotos de ellos desnudos publicados en Internet, según cifras dadas por el gobierno.2

Lo anterior, nos da una breve idea de los alcances que puede tener esta conducta nociva para los practicantes del sexting.

2.- El ciberbullying, forma de acoso que se da a través de las nuevas tecnologías, principalmente redes sociales, es un fenómeno silencioso que está generando graves consecuencias que afectan la salud, afectando sobretodo a niños entre de 6 a 14 años, presentándose incluso casos de suicidio como consecuencia de éste.3

El acoso, específicamente el acoso escolar, no es un fenómeno nuevo ni desconocido en nuestra sociedad mexicana, sin embargo, el espectro tan amplio de cobertura que tienen las redes sociales ha maximizado su impacto y sus efectos, pues mientras éste se daba en un grupo focalizado, hoy en día con las redes sociales sus alcances son masivos y en consecuencia su daño también.

3.- El robo de identidad, hecho que permite usurpar la identidad de una persona en determinado lugar y para ciertos fines, como acceder a recursos económicos u obtener beneficios en nombre de la persona suplantada, es un acto que se ha potencializado con el uso de las redes sociales, “debido a que el Internet ha venido cambiado la forma que tenemos de comunicarnos,  además de permitirnos  ´acercar a los que están lejos´, haciéndoles partícipes de lo que estamos haciendo o dónde estamos gracias a la información que compartimos a través de (…) Facebook, Foursquare o Twitter”.4

La propia revista Forbes, en un artículo de Wolfgang Erhardt, publicó que: “… el robo de identidad es un problema de alcance global, y aunque no hay cifras exactas, el consenso es que es un fenómeno que va en aumento”.5

En este artículo se aluden a diversos casos de robo de identidad, entre ellos, los que tienen como objetivo el trámite y obtención de créditos con información conseguida en redes sociales como modus operandi.

4.- Violaciones a la propiedad intelectual. Con el uso del internet, cualquiera de sus usuarios a través de diversas plataformas, entre ellas las redes sociales, puede generar y difundir masivamente sus obras, las cuales desde luego, están protegidas por los derechos de autor, lo cual es positivo, en tanto que se facilita la divulgación de las obras y la cultura que ello conlleva, pero también, dada la “…facilidad que tiene el usuario de reproducir y distribuir contenidos, hace de Internet uno de los medios más propensos a la violación de la Propiedad Intelectual.”6

Así pues, es común que se publiquen contenidos a través de las redes sociales sin autorización de los titulares del derecho de autor.

Con base en lo brevemente expuesto, podemos darnos una idea de algunas de las consecuencias nocivas que se han generado por el uso inadecuado de las redes sociales, así como algunos de los temas pendientes de discusión por parte del gobierno, los juristas, la academia y la sociedad en general, pues como hemos podido advertir, el uso de la tecnología es un arma de dos filos.

Referencias