¿Se deben regular las (in)congruencias de principios para la conformación de un Gobierno de Coalición?
Desde el 2010, en México, se ha venido observando un fenómeno electoral sui géneris, propio de un sistema democrático-electoral anclado en el pasado, convaleciente de los males en su génesis, falto de oposición real y actores ajenos e independientes al mismo.
“La izquierda y la derecha unidas, jamás serán vencidas” ― Nicanor Parra. Poeta, matemático y físico Chileno
Hablo, claro está, de las alianzas electorales entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Acción Nacional (PAN), representantes de la izquierda y derecha, respectivamente.
Estas coaliciones, que en su momento han sido calificadas de “contra natura” o la mezcla de agua y aceite, ya son imágenes comunes en los procesos electorales estatales y, justo ahora, estamos siendo testigos de la existencia de un candidato a la presidencia de la república con ambos partidos apoyándolo.
Ante esta realidad, resulta relevante reflexionar brevemente sobre la naturaleza de las alianzas entre el PRD y el PAN, así como las posibilidades de un gobierno de coalición entre estas 2 fuerzas políticas, aún a pesar de la evidente incompatibilidad de principios entre ambos Partidos.
Alianzas Izquierda-Derecha
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) nació en 1989, fruto de la unión entre “La Corriente Democrática”, escindida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y los diversos movimientos y partidos políticos de izquierda que existían hasta ese momento, a saber: el Partido Mexicano Socialista (PMS); el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT); el Partido Socialista Unificado de México (PSUM); el Partido Patriótico Revolucionario (PPR); el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP); la Unión de la Izquierda Comunista (UIC); la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR); el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), entre otros.
De acuerdo con su Declaración de Principios, el PRD:
... es una organización de izquierda, democrática y progresista, que lucha contra el neoliberalismo, que desarrolla una crítica al capitalismo que es un sistema de explotación, dominación y opresión… Pugnamos por una alianza democrática con las fuerzas políticas, organizaciones sociales y civiles y personalidades que coincidan con nuestros principios de identidad progresista, igualitaria y libertaria que fomenten el avance de nuestra sociedad y de la izquierda del país.”2
Históricamente, al PRD se le ha identificado como el partido de la izquierda política mexicana y ha participado en las últimas 9 elecciones federales, en solitario o en alianza o coalición, con otros partidos o movimientos considerados de izquierda, como el Partido del Trabajo (PT) o el Partido Convergencia Ciudadana.
No obstante, desde hace algunos años, en elecciones estatales, se han venido fraguando alianzas entre el PRD y el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido político reconocido como representante de la derecha, con el único objetivo de ganar la elección en contra del PRI.
Aún cuando estas alianzas, que han sido etiquetadas de “contra natura” por propios y extraños, han obtenido resultados mixtos en las elecciones, en este periodo electoral, las dirigencias de ambos partidos han conformado una coalición electoral, a la que también sumaron al partido Movimiento Ciudadano, identificado con un sector más radical de la izquierda.
La incompatibilidad ideológica y de principios entre el PRD y el PAN se dejó de lado en la formación de estas alianzas, teniendo como único objetivo real el ganar las elecciones, pero nunca se pensó en qué hacer con el gobierno una vez que se ganara.
Por esto, en 2010, la alianza PRD-PAN ganó 3 gubernaturas, pero en 2016, aunque la alianza obtuvo nuevamente la victoria en 3 estados, ninguna de las gubernaturas ganadas en 2010 pudo retenerse.
Los gobiernos aliancistas PRD-PAN de 2010, sufrieron las consecuencias de no contar con un programa de trabajo que pudiera armonizar las 2 ideologías partidistas, que en temas tan relevantes como el aborto o la legalización de la mariguana, es radicalmente opuesta, de ahí que sucumbieran luego de un solo periodo al frente del gobierno.
Por lo anterior, el candidato de la coalición PAN-PRD-MC, en distintas ocasiones, ha dicho que su eventual gobierno sería “de coalición”, de conformidad con las recientes reformas políticas de nuestro país.
Gobiernos de Coalición
En la Reforma Constitucional en materia político-electoral publicada el 10 de febrero de 2014 en el Diario Oficial de la Federación3, se introdujo la posibilidad de que el Presidente de la República, en cualquier momento, opte por la conformación de un gobierno de coalición, con cualquiera de los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión, regido por el convenio y programa respectivo, mismo que deberá ser aprobado por el Senado de la República4.
Los gobiernos de coalición, tal cual se plasmaron en la Constitución, buscan remediar la falta de legitimidad del Presidente en turno, cuestión que en el S. XXI ha sido recurrente en nuestro país, otorgando la posibilidad de buscar alianzas con cualquier fuerza política representada en el Congreso de la Unión (Barceló y Valadés, 2016).
No obstante, en esta reforma constitucional no se especificó cómo debería elaborarse dicho convenio de gobierno de coalición, lo que deja abierta la puerta a que se negocien convenios sin sustento ideológico, dejando sin fundamento sólido al gobierno de coalición naciente.
La incompatibilidad ideológica y de principios entre las fuerzas políticas que conformen un gobierno de coalición, puede provocar diferendos insalvables al interior del gobierno, así como incongruencias o lagunas en el programa de gobierno, ya que, al existir posturas irreconciliables a un nivel tan profundo, la ambigüedad y los lugares comunes serán la norma.
Desde mi perspectiva, la solidez ideológica es el fundamento real del ejercicio del poder público y lo que da finalidad al gobierno, sin un programa de gobierno bien estructurado y con metas claras en los temas sustantivos, el ejercicio del poder es superficial.
Conclusiones
En México, cuando se habla de Reformas Políticas, normalmente se refieren a cambios al sistema electoral, muy pocas veces se toca el andamiaje político del Estado; sin embargo, con la reforma de 2014, al incluir la posibilidad de la conformación de los gobiernos de coalición, el ejercicio del poder político tendrá una dinámica nunca antes vista.
La figura de los gobiernos de coalición, tal cual se plasmó en nuestra Constitución, con la ratificación del gabinete por el Senado de la República y la conformación de un programa de gobierno en común con todas las fuerzas políticas coaligadas, busca trasladar a nuestro sistema presidencialista un poco de lo que es común y natural de los sistemas parlamentaristas, el acuerdo entre fuerzas políticas distintas para lograr gobernabilidad y estabilidad política.
Desafortunadamente, en nuestro país, a diferencia de las democracias europeas, algunos partidos políticos, con tal de obtener el poder, están dispuestos a traicionar sus principios y formar coaliciones con fuerzas antagónicas, con las que no concuerdan en el más mínimo detalle, lo que genera gobiernos endebles en ideología y sin poder de decisión real.
Prueba de lo anterior son los gobierno estatales emanados de la coaliciones electorales entre el PAN y el PRD, que sólo han podido mantenerse en el poder un periodo y, al finalizar, son fuertemente criticados por su falta de resultados.
Por esto, creo que regular de manera específica los convenios de gobierno de coalición, para integrar garantías de congruencia entre los principios de las fuerzas coaligadas, ayudaría a generar gobiernos con fortaleza ideológica y con fundamentos sólidos para la toma de decisiones en cuestiones coyunturales, dotando así de mayor legitimidad al Presidente y fortaleciendo la gobernabilidad en el país.
Referencias
1. Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y Maestro en Gobierno y Políticas Públicas por la Universidad Panamericana.
2 Disponible en línea en: http://www.prd.org.mx/portal/documentos/basicos/DECLARACION_PRINCIPIOS.pdf
3 Disponible en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5332025&fecha=10/02/2014
4 Artículo 89 fracción XVII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que a la letra dice: “En cualquier momento, optar por un gobierno de coalición con uno o varios de los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión. El gobierno de coalición se regulará por el convenio y el programa respectivos, los cuales deberán ser aprobados por mayoría de los miembros presentes de la Cámara de Senadores. El convenio establecerá las causas de la disolución del gobierno de coalición.”