Empresas Familiares
En México el 90% de las empresas son empresas familiares, conservan la estructura familiar, y sólo dos de cada 10 empresas pasa a la segunda generación, las demás se venden, se traspasan, o se liquidan.
Generalmente tienen un Administrador Único, que es “el dueño”, con todos los poderes y el control de las empresas.
Algunos padres les enseñan a sus hijos que si se portan mal se van a trabajar a la empresa de la familia, y si se portan bien se irán a estudiar a una muy buena escuela o incluso al extranjero, haciéndoles sentir que trabajar en la empresa familiar es un castigo.
Los que se van a estudiar a otra ciudad o al extranjero, muchas veces ya no regresan, y los que sí deciden regresar a la empresa de la familia, no la entienden, porque la empresa no es como las que aprendieron a manejar en la “teoría”, pues generalmente las empresas familiares no están institucionalizadas, muchas de estas empresas no declaran el 100% de sus operaciones o bien tienen negocios paralelos al negocio original, el único que conoce el “teje y maneje” es el “dueño” y no quiere soltar el control, porque “nadie la va a entender” y efectivamente sucede que nadie la entiende.
Cuando se inicia un programa de empresas familiares, lo primero que se debe hacer es identificar si los dueños son los dueños, y ¿cómo es eso?, pues existen empresas con “prestanombres”, o bien, están como socios, los hermanos y/o la mamá, y en la práctica no son los socios reales, pero en documentos si lo son, por lo tanto, es básico conocer cuál es la verdadera participación en el negocio de cada uno de los miembros de la familia.
Después de realizar una depuración y establecer legalmente los socios que deben estar y en las proporciones reales en las que participan, se deben elaborar los títulos accionarios, las acciones o los certificados de participación, pues resulta que nunca se han hecho, tampoco se han elaborado actas de asamblea, no tienen el libro de actas al corriente, y muchas veces, ni siquiera existen los libros sociales.
Luego viene la parte más difícil, “el control”; el dueño, que generalmente es el padre de familia (aunque otras veces es la madre) quieren seguir “mandando” y no se trata de quitarles el mando, sino que es necesario que los dueños escuchen a los ejecutivos, a los consejeros, a la familia que participa en la empresa, y con base en la información, se realice una toma de decisiones eficiente.
Para lograr la trascendencia de la empresa familiar, y pueda pasar a la siguiente generación, se deben crear las condiciones necesarias para que participen los miembros de la familia en la toma de decisiones.
GOBIERNO CORPORATIVO
Uno de los pilares para lograr la trascendencia de las empresas es la implementación de un Gobierno Corporativo que regule las relaciones entre los accionistas, los consejeros y la administración de la empresa, a través de la implementación de reglas claras que identifiquen los diferentes roles que manejan principalmente los accionistas (la familia), la administración, y su relación con terceros, proveedores, clientes, gobiernos, etc.
Para la implementación se requiere de apoyo metodológico que asegure la comprensión de todos, que haya una definición de las alternativas para considerar un modelo óptimo de acuerdo al tipo y tamaño de la empresa, y estrategia de contribución para el negocio, asegurando una definición clara en la responsabilidad, equidad, y sobre todo en la rendición de cuentas.
En este orden de ideas, se propone que la administración recaiga sobre un Consejo de Administración, que permita la participación de los miembros de la familia que tomarán las decisiones cuando “el dueño” se retire, jubile o fallezca.
Esto les permite conocer la empresa o las empresas del Grupo a través de la realización de juntas mensuales, bimestrales, trimestrales o con la periodicidad que se elija pero que tenga como objetivo conocer la situación de la empresa, realizar los planes y programas de trabajo y desde luego tomar las decisiones para la mejor operación de los negocios.
En el consejo de Administración se puede también incorporar la participación de asesores externos, que tengan conocimiento en el ramo de la industria en que se desenvuelve la empresa, que tenga una visión diferente del negocio.
Las funciones de dicho consejo será establecer planes de trabajo anuales, así como, presupuestos que incluyan definitivamente la aplicación de las leyes, y se rijan por su cumplimiento, y por supuesto, eliminar las prácticas nocivas, todo debe declararse, informarse, controlarse y administrarse.
La creación del Consejo de Administración permite la participación de la familia directa o indirectamente (a través de representantes) en la toma de decisiones, aun cuando en principio siga “el dueño” teniendo la mayoría de las acciones y un peso mayor en las decisiones, pero escuchando a la siguiente generación.
Se debe establecer un código de ética, también llamado “Código de Mejores prácticas corporativas”, éste deberá regir los lineamientos y objetivos para el logro de la Misión y Visión de la empresa, pues todo lo que se haga deberá estar encaminado hacia una mejor forma de trabajar, pero con una visión de corto, mediano y largo plazo.
Con lo anterior, la empresa puede encaminarse hacia la institucionalidad, pasando por la planeación estratégica, definición de procesos y manual de actividades, presupuestos anuales, juntas de información de resultados, etc.
PROTOCOLO FAMILIAR.
Otro pilar básico para la trascendencia de las empresas es la creación de un protocolo familiar, éste es un documento escrito que contiene descritos en forma clara y consensuada, los valores que inspiran o inspiraron a los fundadores de la empresa y las principales reglas de relación entre familiares, y sus políticas con respecto a la empresa, pero preparado intencionalmente para que tenga su influencia en los negocios familiares.
Entre otros asuntos, en él la familia establece una misión que ha de guiar las relaciones familiares y los negocios del grupo familiar, anticipándose a las discusiones por puntos álgidos, como por ejemplo, si todos los miembros de la familia pueden trabajar en la empresa independientemente de sus capacidades, o bien, si deben cumplir con un perfil determinado, o simplemente por ser familiar se le paga un sueldo aunque no haga nada, o se establece que ningún miembro de la familia trabaje en la empresa, que sólo reciban dividendos, y se contrata un director externo, el que dará cuentas al Consejo de Administración, o incluso la familia no participa en el Consejo de Administración, etc.
En cuanto a los socios que además trabajen, tienen plazo para retirarse? , tienen derecho a una pensión en caso de retiro?, a qué edad y con cuántos años de trabajo?, o bien, “no saldrán de la empresa sino solamente con los pies por delante”, frase que ya hemos escuchado, etc.
El protocolo familiar no es una receta de cocina, cada empresa familiar decide lo que es mejor para el negocio y la familia, lo importante es que se tenga claro que la empresa no es la familia y la familia no es la empresa.
En la familia el enfoque es emocional, mientras que en la empresa no puede ser de ese modo, sino que en la empresa el enfoque es condicional.
En la familia se minimiza el cambio pues se busca preservar la armonía, mientras que en la empresa el cambio es continuo.
En la familia la orientación es hacia adentro y los conflictos se ocultan, en la empresa la orientación es hacia afuera y los conflictos se manejan.
Al protocolo familiar también se le llama ESTATUTO DE FAMILIA o MANIFIESTO DE FAMILIA, y cada familia decide el peso que se le quiere dar, lo que se aconseja es que se protocolice ante Notario.
Con éste, la familia contará con reglas más claras para dirimir los conflictos y prevenir las soluciones, lo que genera más opciones, por lo que se logrará un mejor manejo de las situaciones difíciles y una disminución en la aparición de éstas. Por esto, existe una marcada diferencia, entre tener o no tener un protocolo familiar.