LATINOS DECIDEN FUTURO DEL MUNDO OCCIDENTAL
Se dice que la génesis de Estados Unidos fue democrática, que nació de la voluntad de las colonias unidas en una federación que germinaron en la influyente nación que es hoy. Nos guste o no, es la primer República del mundo moderno, es el primer Estado con tres poderes divididos y con un sistema de contrapesos, su revolución fue anterior a la francesa, su nacimiento fue inspiración de las odas independentistas de las colonias latinoamericanas décadas después. Pero la libertad que añoraban aquellos colonos estaba limitada por condiciones de raza, género y religión; desde entonces, las diferencias por el ejercicio de los derechos en ese país se hicieron presentes. Al inicio fue una confrontación de americanos contra ingleses, de religiones antagónicas, después federados contra confederados, abolicionistas contra esclavistas, un siglo después la lucha por la igualdad de géneros, de razas: afroamericanos contra blancos, hoy ciudadanos contra inmigrantes.
Con problemas de identidad, Estados Unidos nació como una federación de estados independientes, pero unidos en torno a un objetivo en común. México, por su tradición hispana, nace como nación centralista que ha querido transitar, sin éxito, al federalismo. La base del sistema presidencial estadounidense es entonces federal, por ello al Presidente de Estados Unidos lo eligen los estados que lo conforman, aquellos que decidieron ser parte de la unión, quien decide finalmente la elección es quien obtenga la mayor parte de los votos electorales de esos estados, estados que deciden quién será su Presidente con la totalidad de sus votos electorales en bloque.
El Presidente de los Estados Unidos se elige en un Colegio Electoral, asamblea de 538 electores, cifra conformada por los 100 senadores, 435 congresistas y 3 delegados del Distrito de Columbia. Cada estado contribuye con el total de sus delegados, cuyo número es igual a la suma de sus representantes más sus senadores. Así pues, aun perdiendo las elecciones populares, un candidato que logre obtener 270 votos se convertirá en Presidente. Teóricamente, un candidato puede perder en 39 estados, en los que no obtenga ni un solo voto de los ciudadanos, y sin embargo, convertirse en Presidente al ganar la mayoría del voto popular de los ciudadanos de los 11 estados restantes y del Distrito de Columbia.
En el año 2000, Al Gore obtuvo 51 millones de votos y solo 266 votos electorales; sin embargo, fue Geroge W. Bush, con medio millón de votos populares menos, quien se convirtió en Presidente al lograr 271 votos electorales.
Cualquiera que gane la elección requiere 270, la mayoría de los 538 votos electorales. De acuerdo al promedio de las más recientes encuestas en el voto popular Hillary Clinton conserva una ventaja de apenas un 4.3 por ciento al tener 47.9 por ciento de intención de votación, contra 43.6 por ciento de Donald Trump y 7.2 por ciento de Gary Johnson.
Sin embargo, en votos electorales, las mismas encuestas colocan a Hillary Clinton con 314 votos electorales, contra apenas 224 de Donald Trump. Trump está por debajo de su contrincante en estados que históricamente se mantenían como republicanos y que ahora se debaten entre ser leales al partido Republicano o ser anti Trump, son estados con concentración latina y que en conjunto representan 60 votos electorales: Colorado, Nevada, Florida, Arizona y Nuevo México.
Influencia electoral de los latinos
El Centro para la Integración Económica de Latinos, CIELO, asegura que en esta elección la población latina será decisiva en la elección del llamado líder del mundo democrático.
Para el 2016, se calcula en 56.6 millones la población latina que habita el país más poderoso del mundo, su población representa el 17.6 por ciento de la población estadounidense; y, aunque el 49 por ciento de su población adulta sea inmigrante y el 38% hable mayoritariamente español, son ya 35 millones de latinos los que nacieron en Estados Unidos. Es el grupo poblacional de mayor crecimiento, para el 2020 superará el número de afroamericanos, se convertirá entonces en la primer minoría y en la elección del 2016 es ya la minoría más influyente.
De acuerdo a cifras del 2014 los latinos en Estados Unidos proceden principalmente en un 63.9 por ciento de México, 9.5 por ciento son puertorriqueños, 3.7 por ciento cubanos, 3.8 por ciento son salvadoreños, 2.4 por ciento son guatemaltecos.
Nueve estados cuentan con una población de al menos un millón de habitantes de origen latino o hispano: Arizona, California, Florida, Colorado, Illinois, New Jersey, New York, New Mexico y Texas. El 54.4 por ciento de la población hispana vive en los estados de California, Florida y Texas, 12.2 millones de hispanos viven en California; es, por tanto, el estado con la mayor concentración de latinos en Estados Unidos y 4.9 millones habitan en la ciudad de Los Ángeles.
Tras 18 meses de duras críticas contra la población de origen latino que incluyó la denigración de un juez de origen mexicano, una propuesta para construir un muro entre México y Estados Unidos, la descripción de mexicanos como narcotraficantes, violadores y criminales, y las recientes revelaciones de declaraciones que denigraron a la mujer latina en el primer debate presidencial, Trump enfrenta ya un electorado de naturaleza mucho más diversa que los republicanos mayormente blancos que lo ayudaron a ganar la candidatura.
Como el segmento del electorado de crecimiento más rápido, los hispanos ya están cambiando el cálculo político en los estados decisivos. Muchos creen que el lenguaje ofensivo de Trump está empujando a más hispanos a los brazos de la opción demócrata.
Durante años los estrategas republicanos habían instado al partido a acoger a los hispanos en su seno, ya que estos deberían ser "aliados naturales" de los conservadores; por el contrario, Trump echó por tierra sus planes, e hizo más difícil que los latinos simpatizantes se quedasen en el partido.
Mientras que en el 2012 el 8.4% de votantes fueron hispanos, para la elección presidencial de este año habrá 27.3 millones de latinos con derecho a votar, 11.9% de las personas elegibles para votar en Estados Unidos.
Los estados que congregan al 52% de los latinos en Estados Unidos parece que ya decidieron por quién votar en estas elecciones: en New York con 29 votos electorales y California con 55 la ventaja en las encuestas la tiene Hillary Clinton por más de 20 puntos y en Texas con 38 votos electorales la ventaja es para Donald Trump por 8 puntos.
Sin embargo, en otros estados como Nevada, Nuevo México, Colorado y Florida, donde los latinos representan al menos entre el 15 y el 25 por ciento de las personas elegibles para votar, se proyectan como divididos en las elecciones de 2016.
Influencia latina en estados switchers
Los estados switchers son definidos como aquellos que se encuentran en condiciones de cambiar su sentido de votación, aquellos cuya diferencia en las encuestas se encuentra incluso dentro del margen de error, a estos estados en inglés se les define como estados toss-up, que define una situación en donde la decisión no es clara o donde no se conoce lo que sucederá, ahí donde se da la expresión too close to call – demasiado competido para definir -. Los estados que al día de hoy se encuentran en esta situación son Michigan, Wisconsin, Pennsylvania, New Hampshire, North Carolina, Ohio, Iowa, Georgia, Missouri y South Carolina; además de aquellos switchers donde la población latina podría ser decisiva, que son Colorado, Nevada, Florida y Arizona.
Colorado posee 9 votos electorales, al día de hoy las tendencias son favorables a Hillary Clintos quien mantiene una preferencia del 46.8 por ciento de los votantes, contra el 43.1 por ciento, apenas 5 por ciento con respecto a Donald Trump. En Colorado la población latina representa el 24.1 por ciento del total y los latinos que se han registrado para votar representan el 14.5 por ciento del total del padrón electoral.
Nevada posee 6 votos electorales, al día de hoy las tendencias son favorables a Hillary Clinton quien mantiene una preferencia del 46.6 por ciento de los votantes, contra el 45.3 por ciento, apenas 1.3 por ciento con respecto a Donald Trump. En Nevada la población latina representa el 27.8 por ciento del total y los latinos que se han registrado para votar representan el 17.2 por ciento.
Florida posee 29 votos electorales, al día de hoy las tendencias son favorables a Donald Trump quien mantiene una preferencia del 47. por ciento de los votantes, contra el 46.2 por ciento, apenas 0.9 por ciento con respecto a Donald Trump. En Florida la población latina representa el 24.1 por ciento del total y los latinos que se han registrado para votar representan el 18.1 por ciento.
Arizona posee 11 votos electorales, al día de hoy las tendencias son favorables a Donald Trump quien mantiene una preferencia del 47 por ciento de los votantes, contra el 43.8 por ciento, apenas 3.2 por ciento con respecto a Hillary Trump. En Arizona la población latina representa el 30.5 por ciento del total y los latinos que se han registrado para votar representan el 21.5 por ciento.
Si eliminamos los estados que en las encuestas se encuentran en el margen de error en cuanto a su intención de voto, Hillary Clinton se queda con 208 votos electorales, y requeriría definir 62 más para tener la Presidencia. La situación de Donald Trump es más complicada, pues tendría apenas 152 votos electorales y requeriría 118 para lograr la Presidencia.
La estrategia de Trump fue equivocada, pues requería de las minorías para convencer a la mayor parte del electorado de los estados claves para ganar la Presidencia, por el contrario, su estrategia se centró en cautivas a los sectores radicales del Partido Republicano, a ellos ya los tenía seguros, esa decisión le bastó para quedarse con las ganas. A menos que pasara algo que cautivara la atención y se genere el repudio generalizado a los derechos civiles de las minorías, la suerte está echada, el próximo Presidente de los Estados Unidos será una mujer, se hará historia. Los latinos han definido así al próximo líder mundial votando contra alguien a quien le temen.