Las empresas valen…

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Escrito por Daniel Compeán Pérez


José Antonio Fernández Arena 1define a la empresa como una “unidad productiva o de servicio constituida según aspectos prácticos o legales, que se integra por recursos, valiéndose de la administración para lograr sus objetivos” lo cual, si bien es cierto, suena un poco impersonal. Desde el punto de vista emocional, una empresa representa además la materialización de los sueños de sus fundadores, ya fuera porque su motivación original tuvo que ver con una visión de responsabilidad social o porque vieron lisa y llanamente la oportunidad de hacer negocios al comercializar productos o servicios atendiendo las necesidades de posibles consumidores y/o usuarios.

Las empresas que se constituyen con alguna preocupación de carácter social (e.g.: desarrollo de comunidades marginadas, creación de cooperativas, protección del medio ambiente, etc.) o con el interés por generar riqueza para los dueños, para los asociados y para la sociedad, deben concebirse como un microcosmos que tiene una continua relación simbiótica con la sociedad. De ahí que los valores de una influyan en la otra y viceversa. La definición de Joaquín Rodríguez Valencia 2sobre los valores (“convicciones éticas que sostienen el estilo de dirigir una empresa”) puede extrapolarse a la sociedad y refuerza la importancia de esa interacción. Valores como la honestidad, la integridad, la justicia, la puntualidad deben estar presentes en el exterior de las empresas y también en su interior.

Los fundadores de una empresa sin duda deben dejar cimentadas sus convicciones en lo que es el ADN de la organización. Si uno o varios de los fundadores son quienes dirigen o si contratan a un tercero para ejercer esa función, serán en primera y última instancia los responsables de definir, comunicar y hacer que se observen los valores que consideren pertinentes. Las empresas valen, sí. Valen lo que suman sus activos netos pero sobre todo valen por lo que vale su gente.

Recordemos que los tres grandes objetivos que cualquier empresa debe tener siempre presentes son: la permanencia, la generación de utilidades y la responsabilidad social. Esta última materializada en la relación de la empresa con el exterior (e.g.: manejo adecuado de desechos contaminantes, respeto a la comunidad, pago de impuestos, etc.) pero también con el interior (e.g.: protección laboral, equidad de oportunidades entre géneros, respeto a la diversidad, etc.).

Reflexionemos sobre el tipo de sociedad, de empresas y de familias que queremos tener, porque los tres ámbitos están íntimamente ligados.


Referencias
1 José Antonio Fernández Arena (1936 - ) Director de la FCA/ UNAM de 1969 a 1973 y autor de varios libres sobre Administración) / http://www.fca.unam.mx/exdirectores-fca.php

2 Rodríguez, Joaquín 2011.

 

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