¿Tiene remedio la situación financiera del IMSS?

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Sin lugar a dudas esta pregunta no es nueva, pero cada día cobra mayor relevancia por las implicaciones que conlleva la situación financiera del Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS) aun con las reformas a la Ley de hace ya más de 16 años (1997) y las modificaciones al contrato colectivo en lo referente al Régimen de Jubilaciones y Pensiones (2004); estas medidas aunque necesarias, quizá no fueron oportunas y se debieron de tomar años atrás, esta situación tiene hoy al IMSS en un periodo de transición que, lamentablemente no llega aun a su momento más álgido.

Con motivo de la publicación del primer informe 2012-2013 sobre la situación financiera y los riesgos del IMSS, a cargo del actual director del Instituto José Antonio González Anaya, señala que el déficit que se tiene que solventar es del orden de 18 mil millones de pesos anuales, pero el problema es que los fondos de los que ha obtenido recursos para cubrirlo se agotan este año , si a ello le agregamos la falta de eficiencia administrativa y operativa que obstaculizan el uso óptimo de los recursos, se puede afirmar que el IMSS esté en quiebra técnica y al borde del precipicio.

Un factor muy relevante es el tamaño de la nómina del Instituto y de su sindicato que abarca a más de 400 mil trabajadores en 35 delegaciones, lo que a su vez ha generado a través del Régimen de Pensiones y Jubilaciones un pasivo laboral que se estima en 1.9 billones de pesos, para dimensionar esta cifra, recordemos que el presupuesto federal para 2013 es de 3 billones de pesos, tan sólo el gasto por pensiones en curso de pago en 2012 fue de casi 49 mil millones de pesos y este año será cercano a 53 mil millones.

La situación sin duda es grave, a pesar de que como se mencionó, en 2004 se dio un importante respiro con la reforma que estableció un cambio en el régimen de los nuevos trabajadores del IMSS, incrementando la edad de jubilación y las semanas cotizadas pero, el problema estructural en esencia prevalece. Para cubrir el déficit, el IMSS ha recurrido a los recursos de la subcuenta 1 del Fondo para el cumplimiento de obligaciones laborales de carácter legal o contractual, los cuales se agotarán este año.

En voz del director del Instituto, José Antonio González Anaya en el Foro Nacional de Especialistas en Seguridad Social, celebrado en el Colegio de Contadores Públicos de México el pasado día 3 de julio, señaló que las medidas que está considerando el IMSS para hacer frente a este déficit y en general a la situación financiera son el fortalecimiento de los ingresos en primer término, y la eficiencia en el gasto, en cuanto a los ingresos están contemplando la homologación de bases para el pago de cuotas al IMSS y la base del ISR, así como una mejora en la fiscalización, sobre todo a patrones que evaden el pago de cuotas a través de esquemas de tercerización (outsourcing), sociedades cooperativas, sociedades civiles y mecanismos en general que tienden al no pago de cuotas, en cuanto a la eficiencia del gasto se tienen varias alternativas operativas en cuanto a la compra conjunta de medicamentos, la forma del surtimiento de recetas, la eficiencia hospitalaria etc., lo anterior son medidas que requieren de inmediatez si no se quiere que se sigan desviando más recursos a cubrir el déficit, que deberían utilizarse para la operación propia. Esto implica ampliar los alcances de la Reforma Hacendaria, máxime si consideramos que en pocos años se empezará a ejercer una presión adicional sobre el gasto social, derivado del envejecimiento de la población en nuestro país

El Pacto por México establece una agenda de reformas entre las cuales se considera la creación de un Sistema Universal de Seguridad Social que garantizaría el derecho a los servicios de salud y otras prestaciones sociales para todos los mexicanos, incluyendo las pensiones, situación que implicaría una reforma integral a los sistemas de seguridad social en México, aunque se anticipa desde el instituto que se descarta una propuesta de financiar la seguridad social con impuestos indirectos no cobrando cuotas obrero patronales, propuesta que tuvo mucho eco en las pasadas campañas políticas federales de 2012, lo anterior dado que no existe país miembro de la OCDE que lo haga de esta manera y no hay referentes al respecto en cuanto a que sea viable a largo plazo.

El tamaño del problema es sin duda grande, el déficit del Instituto es inmenso y el compromiso que la población demanda no es menor, si bien esto obedece en gran medida a un periodo de transición, este periodo será de no menos de 24 años, y comenzó en 1997, las reformas en esta materia no se pueden dejar para después y deben ir alineadas totalmente con la reforma hacendaria, lejos de poder contestar objetivamente el cuestionamiento inicial, los cuestionamientos al respecto se multiplican, ¿alcanzarán las propuestas del nuevo gobierno para cubrir el déficit institucional en 2013? ¿Alcanzarán para cubrir el acumulado de los próximos años? posiblemente no, el nuevo director del Instituto está al frente del mismo para no pedirle nada al gobierno federal. ¿Cómo cumplirá?